Querida Margarita:
Qué alegría recibir tu carta. Aunque no me creais, también me acuerdo mucho de vosotros, pero lo que pasa es que no tengo tiempo para escribir. Como ya hemos hablado en invierno,¿por qué no venís aquí, si tenéis un par de días libres? Hay espacio para todos, podéis estar tranquilos unos días aquí.
Además estoy fuera casi todo el día, así que podéis hacer lo que querais: quedaros en casa, en el jardín o ir a la playa. Ya podéis venir a principios de verano, aunque a finales de verano, en agosto hay muy poca gente y es muy agradable. ¡Como vosotros queráis! Ya sabéis que siempre me alegro… Espero que me perdonéis este silencio tan largo y que me contestéis rápido. Abrazos Christina