Examenstext Sp-Dt.

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    Anonym
    Gast

    A diez minutos de cualquier aeropuerto, cuando pones el respaldo en posición vertical y sueltan el tren de aterrizaje, es que estás sobrevolando los enormes centros comerciales que rodean la ciudad. Si cambias el punto de vista de Iberia por el ojo de la NASA, si observas la Tierra desde las fotografías nocturnas del satélite, entonces aumenta todavía más el protagonismo de la gente comprando allá abajo, entre colas y apretujonos. Los kilovatios que más brillan en la noche ya no son los del centro de la ciudad, sino los de sus centros comerciales.
    Antes no era así. A diez minutos del aeropuerto, la arquitectura que rodeaba la ciudad era industrial y tristona; un territorio repleto de fábricas, chatarra, chimeneas, factorías, cosas que emitían más humo y niebla que luz y resplandor. En el momento del aterrizaje nos están recordando la gran mutación: aquellos blanquinegros paisajes de la producción han sido sustituidos por la escenografía pop del consumo. O sea, que olvídate del pasaporte y concéntrate en la tarjeta de crédito, porque también el aeropuerto se ha transformado en otro poderoso centro comercial.
    Lo único que cuenta a estas alturas, cuando todas las teorías se han ido al carajo, son los cambios que influyen en el paisaje. Y la única revolución del paisaje habida en estos últimos lustros, aquí y en Pekín, sobre todo en Pekín, es la revolución del shopping. Al margen de que los alcaldes sean horteras o posmodernos, lo cierto es que pintan muy poco en las transformaciones urbanas. Es la gente comprando la que marca no sólo el ritmo interno de la ciudad, sino la que fabrica el paisaje urbano: las avenidas comerciales, las calles de la moda, las torres del consumo, el fulgor de los escaparates, la publicidad callejera, los grandes almacenes, las autopistas de circunvalación, para llegar a los aparcamientos del híper.
    El problema, ahora bien, es que en este continente el consumo tiene muy mala prensa. A nuestros intelectuales no les gusta un pelo que la gente haga masa mientras aparca, compra y se divierte en los centros comerciales. Cuando ruge el shopping, se ponen en plan apocalíptico. Siguen ideológicamente dependientes de una de las máximas religiosas más estúpidas del siglo pasado: producir está bien en cualquier postura, aunque sean posturas fatales para la salud, pero consumir es pecado.
    De todos los desprecios que nuestras élites han emitido sobre las masas, el más sorprendente es eso de que no está bien que la gente se amontone para comprar a su buen antojo las marcas que le dé la real gana.

    #765137 Antworten
    Anonym
    Gast

    A diez minutos de cualquier aeropuerto, cuando pones el respaldo en posición vertical y sueltan el tren de aterrizaje, es que estás sobrevolando los enormes centros comerciales que rodean la ciudad. Si cambias el punto de vista de Iberia por el ojo de la NASA, si observas la Tierra desde las fotografías nocturnas del satélite, entonces aumenta todavía más el protagonismo de la gente comprando allá abajo, entre colas y apretujonos. Los kilovatios que más brillan en la noche ya no son los del centro de la ciudad, sino los de sus centros comerciales.

    Antes no era así. A diez minutos del aeropuerto, la arquitectura que rodeaba la ciudad era industrial y tristona; un territorio repleto de fábricas, chatarra, chimeneas, factorías, cosas que emitían más humo y niebla que luz y resplandor. En el momento del aterrizaje nos están recordando la gran mutación: aquellos blanquinegros paisajes de la producción han sido sustituidos por la escenografía pop del consumo. O sea, que olvídate del pasaporte y concéntrate en la tarjeta de crédito, porque también el aeropuerto se ha transformado en otro poderoso centro comercial.

    Bis zu 10 Minuten von irgendeinem Flughafen und von dem Zeitpunkt an, wenn du die Rückenlehne in senkrechte Position einstellst und sie das Fahrwerk herauslassen, dauert es, bis du die enormen Einkaufszentren um-/überfliegst, die die Stadt umgeben. Wenn du deine Perspektive wechselst und die iberische Halbinsel durch die Augen / aus dem Blickwinkel der NASA siehst – wenn du die Welt also mal durch die Nahaufnahmen des Satelliten beobachtest, verstärkt sich noch mehr die führende Rolle der dort unten einkaufenden Menschen, die sich in langen Schlangen und Gedrängel befinden. Die Kilowatt (/ Strom), die nachts stärker brennen, sind nicht mehr vom Zentrum der Stadt, sondern von den städtischen Einkaufszentren.

    Früher war das nicht so. 10 Minuten entfernt vom Flughafen war die Bauweise, die die Stadt umgab industriell und trist; es war ein Gebiet voll von Fabriken, Schrott/Alteisen, Schlöten, Werken – kurz gesagt Dingen, die mehr Rauch und Nebel ausstießen als sie Licht und Glanz ausstrahlten. In dem Moment der Landung erinnern wir uns an diese große Veränderung: diese mellierten (schwarz-weißen) Landschaften der Produktion wurden vom Bühnenbild des Pop-Konsums ersetzt. Das heißt: vergiss` deinen Ausweis/Reisepass und konzentriere dich auf deine Kreditkarte, da sich auch der Flughafen in ein mächtiges Einkaufzentrum verwandelt hat.

    #765138 Antworten
    uli
    Teilnehmer

    Lo único que cuenta a estas alturas, cuando todas las teorías se han ido al carajo, son los cambios que influyen en el paisaje. Y la única revolución del paisaje habida en estos últimos lustros, aquí y en Pekín, sobre todo en Pekín, es la revolución del shopping. Al margen de que los alcaldes sean horteras o posmodernos, lo cierto es que pintan muy poco en las transformaciones urbanas. Es la gente comprando la que marca no sólo el ritmo interno de la ciudad, sino la que fabrica el paisaje urbano: las avenidas comerciales, las calles de la moda, las torres del consumo, el fulgor de los escaparates, la publicidad callejera, los grandes almacenes, las autopistas de circunvalación, para llegar a los aparcamientos del híper.

    Das einzige, was zu diesem Zeitpunkt zählt sind die Veränderungen, die die Landschaft beeinflussen, während alle Theorien untergegangen sind.
    Und die einzige Revolution der Landschaft in den letzten 5 Jahren, hier und die in Peking, vor allem in Peking, ist die Revolution des Shoppings.
    Ganz von der Frage abgesehen, ob die Bürgermeister Bauern?? oder postmodern sind, haben sie wenig Einfluss auf die städtische Umwandlung. Es sind die Menschen, die durch das Einkaufen nicht nur den inneren Rhythmus der Stadt, sondern auch das städtische Bild prägen: die Einkaufsstrassen, die Strassen der Mode, die Konsumtürme, der Glanz der Schaufenster, die Strassenreklame, die Einkaufszentren, die Umgehungsautobahnen, um in die Parkplätze der grossen Supermärkte zu kommen.

    #765139 Antworten
    ursula
    Teilnehmer

    wenn du die Rückenlehne in senkrechte Position einstellst und sie das Fahrwerk herauslassen, dauert es, bis du die enormen Einkaufszentren um-/überfliegst,

    wird das Fahrwerk tatsächlich beim Start herrausgelassen? ❓ Ich dachte es wird eingeklappt

    #765140 Antworten
    Anonym
    Inaktiv

    wird das Fahrwerk tatsächlich beim Start herrausgelassen? ❓ Ich dachte es wird eingeklappt

    yep, hier geht es aber um eine Landung 😉
    Ein paar Hinweise:

    A diez minutos de cualquier aeropuerto -> 10 min. vor irgendeinem Flughafen (also vor der Landung)
    es que estás sobrevolando -> bedeutet es, dass du gerade ..überfliegst
    -Y la única revolución del paisaje habida -> die stattgefunden hat
    – hortera -> Angeber? Spießer? http://josilloum.obolog.com/horteras-191482

    cuya

    #765141 Antworten
    Anonym
    Gast

    El problema, ahora bien, es que en este continente el consumo tiene muy mala prensa. A nuestros intelectuales no les gusta un pelo que la gente haga masa mientras aparca, compra y se divierte en los centros comerciales. Cuando ruge el shopping, se ponen en plan apocalíptico. Siguen ideológicamente dependientes de una de las máximas religiosas más estúpidas del siglo pasado: producir está bien en cualquier postura, aunque sean posturas fatales para la salud, pero consumir es pecado.
    De todos los desprecios que nuestras élites han emitido sobre las masas, el más sorprendente es eso de que no está bien que la gente se amontone para comprar a su buen antojo las marcas que le dé la real gana.

    Jetzt besteht das Problem, dass der Konsum auf diesem Erdteil ein schlechtes Ansehen hat. Unseren Intelektuellen gefällt es überhaupt nicht, dass die Leute in Massen auftreten, während sie parken, einkaufen und sich in den Einkaufszentren unterhalten. Wenn das Shopping in vollem Gange ist, …(???)

    Beim nächsten Satz müsste mir bitte jemand helfen… 😕

    Von all den Verachtungen, die unsere Eliten über diese Massen aussprachen, ist am überraschendsten, dass es nicht gut sei, dass die Leute so herumdrängeln, um nach Gutdünken die Marken zu kaufen, auf die sie Lust haben.

    #765142 Antworten
    Anonym
    Inaktiv

    Beim nächsten Satz müsste mir bitte jemand helfen…

    Erst mal ein paar Grundkentnisse:

    Gracias! = Danke! 😐

    cuya

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